La temperatura también tiene sabor… y el ron lo sabe.
Muchos creen que el ron solo depende de la caña y de la barrica. Pero hay un ingrediente invisible, constante y poderoso que define cada gota: el clima.
Sí, el mismo calor que te hace sudar o el frío que te hace buscar abrigo, también le habla al ron. Lo acelera, lo calma, lo transforma. Y dependiendo de dónde se añeje, el ron puede contar una historia completamente distinta, incluso si se usaron los mismos ingredientes.
Hoy te contamos cómo el clima —el sol, la humedad, la altitud— influye directamente en el sabor final del ron.
🔥 1. El calor acelera el tiempo (y el sabor)
Los países tropicales, donde nació el ron, tienen una temperatura más alta que otros lugares del mundo.
Y esto no es un dato cualquiera:
En climas cálidos, el ron envejece más rápido.
La madera de la barrica se expande más con el calor, permitiendo que el ron interactúe más intensamente con ella. El resultado:
- Sabores más marcados
- Aromas intensos
- Notas profundas de vainilla, coco, caramelo y especias
Por eso un ron añejado 3 años en el Caribe puede tener la complejidad de uno de 6 años en climas fríos.
❄️ 2. El frío ralentiza el proceso (pero da elegancia)
En climas más fríos o de montaña, como ciertas zonas de los Andes, el envejecimiento es más lento.
Eso significa que el ron evoluciona de forma más controlada, permitiendo:
- Un perfil más refinado y suave
- Menos evaporación (“la parte de los ángeles” es menor)
- Sabores que se construyen lentamente
Ideal para quienes disfrutan de rones con estructura, equilibrio y menor agresividad alcohólica.
💨 3. La humedad también tiene algo que decir
La humedad ambiental también cambia el juego. En climas muy húmedos:
- El alcohol se evapora más rápido que el agua
- El ron se vuelve más redondo y menos alcohólico al paladar
- Se resaltan las notas dulces, melosas y frutales
En zonas secas, pasa lo contrario: se pierde más agua, y el ron se concentra más, resultando en un trago más fuerte, seco y picante.
⛰️ 4. ¿Y la altitud? También influye, y bastante.
La presión atmosférica en zonas altas (como en parte del Ecuador) afecta la fermentación, la evaporación y el añejamiento.
Esto se traduce en:
- Fermentaciones más lentas (más complejidad)
- Mayor retención de compuestos aromáticos
- Rones con un perfil único, difícil de replicar a nivel del mar
Por eso, un ron elaborado en altitud tiene una identidad distinta, incluso con los mismos ingredientes.
🧠 Entonces… ¿el ron tiene «terroir» como el vino?
Sí.
Aunque no se hable tanto, el ron también tiene su «terroir» —es decir, un conjunto de factores ambientales que le dan identidad.
Desde la caña cultivada bajo cierto sol hasta el añejamiento en determinada latitud, el clima deja huella en cada botella.
Por eso, cada ron cuenta una historia distinta según dónde nació… y cómo vivió el tiempo dentro de su barrica.
🥃 Conclusión: No es solo tiempo… es clima.
El sabor de un buen ron no depende solo de cuánto tiempo pasó en barrica.
Depende de cómo lo vivió.
Y ahí es donde el clima tiene el papel protagonista que muchos pasan por alto.
Así que la próxima vez que tomes una copa de Merry Boys, piensa en esto:
No estás solo tomando un destilado. Estás probando el sol, la humedad y el aire del lugar donde maduró.